Autor: Ferran Imedio

Fecha: 09 OCT 2024

El Periodico

 

 

El nuevo establecimiento de la calle de Enric Granados propone platos eclécticos con excelente producto en un ambiente que te transporta a la isla balear

 

Arko es un restaurante sorprendente por muchas razones. A simple vista, por su decoración, tan ibicenca ella, que envuelve una propuesta gastronómica que nos lleva a Japón. Más sorprendente resulta cuando se sabe que los propietarios de este establecimiento recién abierto en la calle de Enric Granados, Ferran Ballús y Joaquín Sánchez, llevan un tiempo triunfando con dos asadores, Carnal y La Madurada, lejos, muy lejos de la filosofía de este nuevo local. Sea como sea, vale la pena cruzar esa puerta de entrada que tanto llama la atención por su enorme pecera luminosa.

Para asegurar el tiro, cuentan con el chef brasileño Rafael Erbs, que en los últimos tiempos estaba al frente de Rías Kru y que había pasado por Enigma, Pakta, Dos Palillos y Moments. Y eso es una garantía de éxito. Sobre todo cuando por la mesa desfilan platos nipones nada tradicionales, que juegan a ser eclécticos con un producto de primera categoría casi siempre de lonjas catalanas y que están presentados de manera tan original (por cierto, qué bonita es la vajilla hecha a mano).

Menú degustación que puede pedirse por partes

Sobre todo ese menú degustación que puede pedirse por partes (la de los ‘nigiris’ cuestan 26 € y la de los ‘sashimis’, 22€) o entero (sale por 55 € y se completa con ‘uramaki’ y ‘hosomaki’). Llega en una bandeja de varios niveles sobre hielo picado. Belleza y tentación.

Esas ganas de marcar perfil propio se demuestran en varios ejemplos. Sirvan tres en esta crónica: la croqueta de ‘katsu’ curri de cerdo, tan poco nipona, que para tener un toque del país asiático lleva curri japonés y mayonesa de ‘yuzu’; el adictivo ‘nigiri’ con salsa de aji amarillo, y las ostras, que aportan su toque mediterráneo a la bandeja del menú degustación.

 

 

[Rafael Erbs ya no es el chef del restaurante]